La computación cuántica se posiciona como una de las grandes tendencias de 2025, con aplicaciones clave en IA, ciberseguridad, logística y desarrollo farmacéutico.
La inteligencia artificial continúa acaparando titulares, pero hay otra tecnología emergente que promete marcar un punto de inflexión en los próximos años: la computación cuántica. Según un reciente informe de The Business Research Company, el mercado global de computación cuántica pasará de mover 2.570 millones de dólares en 2024 a 3.620 millones en 2025, con una proyección que lo ubica en 14.110 millones para 2029. Este crecimiento sostenido anticipa una transformación profunda en múltiples industrias clave.
Con la capacidad de resolver problemas que hoy resultan imposibles para las computadoras tradicionales, la computación cuántica aparece como una solución disruptiva para sectores como la ciberseguridad, la salud, las finanzas y la logística. Su promesa se basa en la utilización de cúbits —unidades de información cuántica que pueden representar múltiples estados al mismo tiempo— lo que permite un procesamiento exponencialmente más eficiente que el de los sistemas clásicos.
De la teoría a la revolución tecnológica
“La demanda tecnológica sigue dominada por la inteligencia artificial, pero no es la única innovación disruptiva que está en juego”, señala Gastón Gugliotta, gerente general de Streambe. “La computación cuántica está dando sus primeros pasos comerciales, y veremos una transformación radical en la capacidad de procesamiento, lo que impactará directamente en la simulación de materiales, la resolución de problemas complejos de optimización y en la creación de nuevos paradigmas informáticos”, explicó.
A diferencia de la computación tradicional —que opera bajo las leyes de la física clásica—, la computación cuántica se apoya en principios como la superposición y el entrelazamiento cuántico. Esto le permite abordar problemas con múltiples variables de forma simultánea, abriendo posibilidades impensadas en campos como la inteligencia artificial, donde podría ser el próximo salto evolutivo.
“La IA actual se basa en servidores físicos muy potentes, pero sigue limitada por la computación clásica. La cuántica cambiará esa infraestructura desde la raíz”, agrega Gugliotta.
El mercado se expande y se consolida
Además del salto previsto para 2025, el estudio de The Business Research Company destaca que el crecimiento del sector se apoya en factores como la expansión del conocimiento académico, el financiamiento público-privado y el desarrollo de alianzas estratégicas. La educación, la regulación y la inversión en redes de comunicación cuántica jugarán un papel crucial en su consolidación.
Actualmente, compañías como IBM, Google, Microsoft, Amazon y Volkswagen ya están explorando y aplicando la computación cuántica para mejorar sus procesos internos, optimizar cadenas de suministro y acelerar investigaciones científicas. Incluso entidades bancarias como JP Morgan Chase están utilizando esta tecnología para calcular riesgos financieros y optimizar carteras de inversión.
“En primera instancia, será adoptada por los grandes centros tecnológicos y las compañías más avanzadas del mundo. La llegada al usuario común tardará un poco más, pero su impacto será total: desde la nube hasta nuestros celulares y dispositivos inteligentes”, detalla Gugliotta.
Aplicaciones prácticas en múltiples industrias
La computación cuántica no es solo una promesa futura: ya se está utilizando en sectores estratégicos. En la industria farmacéutica, por ejemplo, permite simular moléculas con un nivel de precisión sin precedentes, acelerando el desarrollo de nuevos medicamentos. Sobre logística, optimiza rutas complejas en tiempo real, mejorando la eficiencia operativa y reduciendo costos. En finanzas, permite analizar millones de variables simultáneamente para mejorar decisiones de inversión o evaluar riesgos crediticios.
Según Amazon Web Services (AWS), “la computación cuántica puede mejorar la investigación y el desarrollo, la optimización de la cadena de suministro y la producción”. Y agregan: “También se puede aplicar a la optimización cuántica de carteras de préstamos, ayudando a liberar capital y mejorar la eficiencia financiera”.
Una tecnología clave para los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La ONU ha resaltado el papel de la computación cuántica en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Su capacidad para facilitar el acceso a nuevos mercados, mejorar la eficiencia energética, acelerar la investigación médica y optimizar recursos podría tener un impacto positivo directo en la economía global y el bienestar social.
En conclusión, aunque aún se encuentra en una etapa inicial de adopción, la computación cuántica se perfila como una de las tecnologías más transformadoras del futuro cercano. Con aplicaciones reales en marcha y un mercado en rápida expansión, será una de las grandes protagonistas tecnológicas de 2025 y de la próxima década.