A medida que los centros de datos dependen cada vez más de las unidades de estado sólido – SSD, seleccionar el producto adecuado es crucial para optimizar el rendimiento, gestionar costos y prolongar la vida útil de los servidores.
La oferta en el mercado es amplia y variada, por lo que es fundamental que los responsables tomen decisiones informadas antes de reemplazar discos duros tradicionales por SSD o expandir el almacenamiento existente.
1. Capacidad ideal
La capacidad de almacenamiento es un factor crítico, más no siempre es mejor. Optar por SSD con capacidades excesivas puede resultar en gastos innecesarios sin un rendimiento proporcional.
Por otro lado, elegir unidades con capacidad insuficiente puede degradar el rendimiento, provocando pérdida de datos y tiempo de inactividad, lo cual interfiere con las operaciones comerciales y aumenta los costos.
Es vital encontrar un equilibrio entre la capacidad adicional y el costo del almacenamiento ampliado.
2. Nivel de rendimiento necesario
Con el aumento del uso de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial (IA) y el Internet de las cosas (IoT), las demandas de almacenamiento se incrementan.
Entonces, es clave clave que los SSD ofrecezcan alto rendimiento y baja latencia para soportar cargas de trabajo intensivas.
Hay que asegurarse de que las velocidades de lectura/escritura y la latencia sean adecuadas para las necesidades específicas de tu centro de datos, especialmente durante períodos de alta actividad, como picos de ventas en temporadas festivas.
3. Compatibilidad con sistemas existentes
La compatibilidad es esencial al seleccionar uno. Los factores de forma comunes para centros de datos y empresas incluyen M.2 NVMe y unidades de 2,5 pulgadas.
Para PC de factor de forma pequeño o estaciones de trabajo con espacio limitado, los SSD M.2 NVMe son ideales por su alta velocidad.
Las unidades SATA de 2,5 pulgadas son adecuadas para servidores de nivel de entrada que requieren una amplia compatibilidad y almacenamiento de uso general.
4. Durabilidad de las unidades
La resistencia de los SSD es crucial para centros de datos que operan 24/7. En este sentido, deben estar diseñados para soportar un uso constante y ser sometidos a pruebas exhaustivas para garantizar su durabilidad.
Elegir unidades que cumplan con estas especificaciones puede reducir la latencia, los gastos generales y la necesidad de reemplazo prematuro.
5. Nivel de seguridad necesario
La seguridad es una prioridad para cualquier centro de datos.
Por esta razón, estas unidades deben cumplir con los requisitos de seguridad actuales y potenciales, ofreciendo funciones de encriptado para proteger información confidencial.
En contextos generales, los firewalls estándar pueden proteger unidades menos costosas, pero para datos sensibles, los SSD encriptados son esenciales para proteger transacciones financieras y datos de clientes.
6. Soporte y garantía del proveedor
Optar por un SSD de una marca reconocida que ofrezca soporte confiable y garantías puede proporcionar tranquilidad y ahorro a largo plazo.
Las garantías a largo plazo o de por vida son preferibles y pueden ser la diferencia entre reemplazar una unidad defectuosa sin costo adicional y la necesidad de comprar nuevo hardware.
Un servicio de atención al cliente eficiente y bien informado es también un factor distintivo importante.
Elegir el SSD adecuado un centro de datos es una decisión fundamental para garantizar un funcionamiento óptimo y almacenamiento confiable.
Finalmente, considerar criterios como capacidad, rendimiento, compatibilidad, resistencia, seguridad y soporte de marca ayudará a tomar la mejor decisión.