Se acerca la finalización del soporte para Windows 10, que dejará de recibir actualizaciones de seguridad y respaldo oficial el 14 de octubre de 2025.
Estas finalizaciones de soporte por parte de los desarrolladores de software no son más que una forma de monetizar la obsolescencia tecnológica, impulsados, seguramente, por los fabricantes de computadoras, que amplían regularmente sus capacidades para forzar a sus usuarios a actualizar los equipos de cómputo también.
Esta decisión del gigante de los sistemas operativos representa un cambio significativo para millones de dispositivos y usuarios en todo el mundo.
Usuarios que podrían convertirse en objetivos de ataques cibernéticos, amenazando la estabilidad de las compañías.
El riesgo invisible que acecha tu trabajo diario
Desde ese día cuando las actualizaciones se detengan, los vacíos de seguridad saldrán a flote, exponiendo los dispositivos.
Aunque este sistema operativo siga funcionando normalmente, el riesgo de ataques y de exposición es alto.
Muchas empresas o personas no le dan el nivel de urgencia que requieren estos cambios, lo que frecuentemente eleva los peligros a los que se enfrentan.
La falsa sensación de seguridad y su efecto en la eficiencia
Creer que, mientras los dispositivos sigan funcionando normalmente, no hay motivo para preocuparse es el error más común.
Sin embargo, al parar las actualizaciones de seguridad, esa confianza puede perderse rápidamente ante cada nueva vulnerabilidad.
Con el paso del tiempo, también se complicará la compatibilidad con dispositivos y programas, generando inestabilidad en el software, impactando negativamente la productividad y generando frustración entre los usuarios debido a problemas desconocidos.
El momento decisivo para realizar cambios
La finalización del soporte técnico después de la fecha límite representa un reto para quienes sigan usando Windows 10.
Cualquier falla o error en los dispositivos será muy difícil de solucionar, afectando las labores diarias.
La estabilidad y los tiempos de respuesta se verán afectados.
Creando un refugio ante la adversidad
Comparemos un hogar y un sistema operativo. A pesar de que el techo se ven bien, con el tiempo aparecen algunas filtraciones.
Desestimar las reparaciones que requiere este techo puede generar daños estructurales para siempre.
Lo mismo sucede con la obsolescencia de este sistema operativo; cuanto más tiempo se demore en reemplazarlo más vulnerable será tu “hogar digital” a sufrir fallos significativos.
No esperes a que este problema sea mayor; toma una decisión de cambio lo antes posible y evita problemas en tu entorno tecnológico.
Por: Ernesto Espitia, general manager MyItChannel