Un estudio global encargado por Ciena revela que las redes de interconexión deben evolucionar drásticamente para afrontar la era de la inteligencia artificial.
La inteligencia artificial está redefiniendo la infraestructura de los centros de datos. Según un estudio global realizado para Ciena, el 43% de las nuevas instalaciones estarán dedicadas a cargas de trabajo de IA. La red, el nuevo motor de la inteligencia artificial.
La encuesta, elaborada por Censuswide, consultó a 1.303 responsables de decisiones en centros de datos de 13 países. Los resultados son claros: el ancho de banda de interconexión (DCI) deberá crecer al menos seis veces en los próximos cinco años.
Más de la mitad de los encuestados (53%) cree que la IA será la principal impulsora de la demanda de infraestructura DCI en los próximos tres años. Esta supera incluso a la computación en la nube (51%) y al análisis de big data (44%).
“El tráfico de red crecerá mucho más rápido de lo habitual por culpa –o gracias– a la IA”, afirma Jürgen Hatheier, Chief Technology Officer Internacional de Ciena. Según él, la demanda histórica crecía entre 20% y 30% anual. Con la IA, ese ritmo se disparará.
El 87% de los participantes cree que sus redes requerirán 800 Gb/s o más por longitud de onda. Este salto tecnológico no solo implica mayor capacidad, sino también una arquitectura más eficiente y sustentable.
La red de datos y la eficiencia
Uno de los elementos clave para enfrentar este reto serán las ópticas conectables. El 98% de los encuestados considera que estas son cruciales para reducir el consumo de energía y espacio físico en sus infraestructuras.
El crecimiento de los Modelos de Lenguaje Extensos (LLM) también empujará hacia la computación distribuida. Un 81% de los participantes cree que el entrenamiento de estos modelos se realizará en instalaciones interconectadas.
Esto hace aún más urgente el desarrollo de soluciones DCI robustas, capaces de ofrecer baja latencia y cumplir con requisitos de soberanía de datos. El 63% de los expertos prioriza la utilización eficiente de los recursos de IA en el tiempo, mientras que un 56% da mayor importancia a la baja latencia.
Redes ópticas administradas
En lugar de invertir en fibra oscura, el 67% de los encuestados se inclina por usar redes ópticas administradas. Estas redes ofrecen conectividad de alta capacidad a larga distancia, optimizadas por operadores especializados.
“La revolución de la IA no se trata solo de potencia de cálculo, sino también de conectividad”, concluye Hatheier. “Sin una red preparada, no se alcanzará el verdadero potencial de la inteligencia artificial”.
Este estudio refuerza la urgencia de adaptar la infraestructura de red a la nueva realidad digital, donde los datos se mueven más rápido y en mayor volumen que nunca.
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