A lo largo de toda América Latina, el ransomware en la banca representa un riesgo de alta prioridad para este tipo de organizaciones. Ya que las brechas digitales, son cada vez más comunes en dicho sector productivo, por ello es importante tomar medidas al respecto.
Dicha amenaza es actualmente una de las más graves a las que se enfrenta esta industria, sin embargo después de la pandemia se produjo un cambio radical. Donde estas modificaciones no se complementaron, con las medidas de protección de datos y ciberseguridad necesarias.
“El ransomware evoluciona rápidamente, a tal grado que ahora es un amenaza de alto riesgo que los ciberdelincuentes utilizan para explotar datos financieros confidenciales. También se puede comprometer la continuidad operativa” declaró Oswaldo Palacios, experto en ciberseguridad de Akamai para Latinoamérica.
Por esto, el ransomware en la banca puede implicar que estas empresas se vean obligadas a pagar altos montos por recuperar su información. A mediano plazo, estos ataques implican afectaciones a la confianza, tanto de los inversores como de los propios usuarios del servicio.
Dentro del reporte Panorama de amenazas para el sector financiero de LATAM en 2025, que realizó Duke University y Digi Américas. Alrededor del 79 % de los incidentes de seguridad en el sector financiero dentro de América Latina, están relacionados con el propio ransomware.
La industria debe prevenir ataques de ransomware en la banca
Este dato, es muy superior al promedio global de 53 %. En el reporte también, se relevó que la industria financiera presentó un aumento significativo en ataques entre 2018 a 2024. Por esto, el ransomware en la banca, debe ser una prioridad estratégica para la industria digital.
Como parte del estudio, se indica que el impacto financiero de estos incidentes es sustancial, con pérdidas que superan el 1 % del PIB de algunos países. Esto puede alcanzar hasta un 6 % si el objetivo de los ciberataques son las infraestructuras críticas, por esto se debe prevenir.
“Tan solo en el último año, se registraron más de cuatro mil nuevas víctimas del ransomware y el sector financiero, dadas sus bases de datos de gran valor. Siguen estando en lo más alto de la lista de objetivos, para protegerse se debe adoptar un enfoque proactivo más allá del modelo perimetral tradicional”, acotó Palacios.
Para reducir el impacto del ransomware en la banca, Akamai recomienda integrar una serie de soluciones como visibilidad. Ya que, se trata de la primera línea de defensa con funciones de monitoreo, detección de anomalías y gestión de riesgos, bajo un enfoque de innovación.
La evolución constante es otro factor clave a nivel de protección, por su parte la contención y microsegmentación limita la propagación lateral del ransomware. Finalmente, la seguridad de APIs evita filtraciones, a esto se deben agregar una respuesta rápida y gestión de costos.
